7 de enero de 2013, Ciudad de Puebla, Puebla. El representante del COPAC, P.T.M.A Pedro Antonio Maldonado Rios, recibe en sus oficinas a la Dra. Yolanda Castañeda Zavala, investigadora del departamento de sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana campus Azcapotzalco (UAM-A), quien previamente había contactado al consejo para lograr esta reunión, con el fin de realizar una entrevista acerca del posible impacto social, económico y cultural del maíz transgénico en nuestro país. | |
Durante la entrevista en una plática amena se compartieron temas cómo la visión del entrevistado al respecto de un país con apertura a los transgénicos, especialmente del maíz Bt (por la introducción de un gen de Bacillus thuringensis), con resistencia al gusano barrenador, y el maíz resistente a herbicidas (glifosato, glufosinato de amonio, eImidazolinonas) gracias a genes introducidos de bacterias que transforman los compuestos en sustancias “inocuas”. | |
| Representante de COPAC en entrevista con Dra. Yolanda Castañeda Zavala, y equipo de investigadores del departamento de sociología de la UAM-A, fotografías cortesía de la Dra. Yolanda Castañeda Zavala. |
Desde el particular punto de vista del entrevistado “Bajo las condiciones actuales que no se siembre un solo grano en México, si contemplamos su uso como alternativa para la solución del abasto de maíz en México evitar que tenga la característica de cruzarse con los nativos de México” “Más que promover el uso de Transgénicos es mejor invertir en aumentar las capacidades de los agricultores para producir con mayor eficiencia a través de prácticas agronómicas e innovaciones en materia de nutrición, control de plagas y enfermedades, así como métodos de siembra. Mejoramiento a través de selección masal de nuestros criollos”. | Maíz criollo en producción en Puebla a orilla del Periférico ecológico en la zona Metropolitana de Puebla sobreviviendo a pesar del crecimiento de la mancha urbana. |
Estos organismos genéticamente modificados han sido ampliamente discutidos como posible solución a la situación actual en donde el déficit de la producción del maíz se encuentra en el orden de los 10 millones de toneladas lo que equivale a alrededor de 2.5 mil millones de dólares en importaciones de maíz, factores que no sólo desestabilizan el mercado, además agudizan dicho déficit (Turrent, INIFAP 2012). |
Variedad de semillas de maíz criollo y artesanías fabricadas con la hoja de maíz. | Para COPAC el maíz transgénico afectará negativamente el futuro de la alimentación en México, en caso de autorizarse la siembra, ya que el riesgo de cruza con los criollos, obligará a productores que hoy obtienen su propia semilla para la siembra de otros ciclos, a comprar la semilla ofertada por la industria. |
Es claro que el monopolio de semillas de estos organismos, por parte de ciertas empresas transnacionales, le resta el carácter sustentable a la solución a través de transgénicos. En especial en el estado de Puebla, en donde alrededor del 90% de los productores de maíz son de tipo temporal (donde el problema es el agua), de pequeños productores y con un gran porcentaje de maíces criollos y nativos, esto agrega el factor del enorme peligro de la biodiversidad nativa, la mayoría de los maíces nativos son altamente especializados para ser cultivados en las tierras en las que son cultivados, además de la enorme erosión de los suelos debido a las prácticas tradicionales de cultivo, por todo esto las “soluciones” ofrecidas por los actuales transgénicos no resuelven las problemáticas particulares del estado. | Maíz Criollo Malintzi desarrollado por INIFAP y agricultores en Tlaxcala. |
También se mencionó la polémica de otros organismos transgénicos en nuestro país; estudios de caso cómo el desarrollo de una semilla de papaya transgénica que es resistente al virus de la mancha anular, desarrollada por la doctora Laura Silva Rosales del Centro de Investigaciones Avanzadas (CINVESTAV), Unidad Irapuato (Chauvet-Castañeda, 2011), situación que demandó de la Dra. Castañeda et al., una investigación por parte del departamento de sociología de la UAM-A, en donde se analizó el impacto social de la liberación de dicha biotecnología. En este estudio cómo en el discutido en la actual entrevista, una de las principales alertas es la de la bioseguridad, por lo que es necesario un repaso a conciencia y el desarrollo de la legislación adecuada para los organismos genéticamente modificados. Y es precisamente por esta razón, por lo que nos comenta la Dra. Castañeda, es que la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM), órgano encargado de establecer y coordinar las políticas en seguridad de la biotecnología respecto al uso de los organismos genéticamente modificados, es la instancia que apoya al grupo de investigadores para la realización de la evaluación socioeconómica y cultural que permita entender las consecuencias de la posible introducción de maíz transgénico en los diferentes tipos de productores maiceros. “Para el proyecto Se han realizado entrevistas en Sinaloa y Puebla. Posteriormente realizaremos trabajo de campo en Tlaxcala y Jalisco. El grupo responsable del trabajo de campo en el estado de Puebla, donde se entrevistaron a productores, organizaciones campesinas y autoridades estatales, se encuentra conformado por la Dra. Yolanda Castañeda, Dra. Yolanda Massieu, Dr. Lucio Noreiro, Mtro. José Francisco Avila y la Dra. Arcelia González. Se espera que en el 2014 se den a conocer los resultados de la investigación” (Castañeda, 2013). En resumen, se compartieron las experiencias de COPAC en campo, con los productores de maíz en el estado, no sólo desde el punto de vista técnico y agropecuario, sino de igual importancia desde el punto de vista social, ya que en temas tan importantes, cómo la introducción de organismos genéticamente modificados en un país que representa el 10% del total de la biodiversidad mundial, con altos niveles de inestabilidad alimentaria y cuya única esperanza son los pequeños productores, es un tema que requiere una verdadera visión integral e incluyente, en donde se reforme por completo el sistema agropecuario, abarcando todos las áreas de impacto; |
Agricultor de San Andrés Cholula Reyes Xicale Solís con una mazorca de maíz criollo de la región conservado por generaciones desde sus bisabuelos hasta sus hijos. | Nuestro país se encuentra en un punto crítico, en el que todavía puede salvaguardar la seguridad alimentaria al impulsar prácticas de manejo adecuado del campo, tecnificarlo, y aumentar la productividad de la gran cantidad de productores de temporal que en la actualidad se encuentra en menos del 30% de su productividad potencial, por medio de tecnologías que incluyan a las 64 razas de maíces presentes en México (Sánchez et al. 2000, CONABIO) y que a diferencia de los transgénicos llevan evolucionando desde el teocintle, en nuestros suelos, climas y elevaciones por millones de años, hasta su domesticación. |
Aún estamos a tiempo, gracias a esfuerzos cómo los del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), que han encontrado y clasificado gran cantidad de factores de resistencia en los maíces nativos, y cuyo objetivo es la producción de semillas de gran resistencia y productividad conservando esa gran diversidad genética que lo caracteriza, además de la implementación de programas en conjunto con las autoridades de gobierno como lo es MasAgro cuyo objetivo es la mecanización del campo y el aumento de la productividad a través de técnicas de agricultura de conservación entre otras, así pues tenemos el ejemplo de programas que son capaces de llevarnos al punto de sustentabilidad, a través de la optimización de los recursos y no así de la introducción de recursos innecesarios. Para COPAC no hay sustento en la opción de los Transgénicos y la inversión para su desarrollo e investigación mientras estos representen un riesgo para la biodiversidad de nuestras razas, por el contrario debería invertirse más recursos en mejorar nuestras razas y los sistemas de producción sustentable, bajo la filosofía de aumentar las capacidades de los agricultores, permitiendo así un desarrollo socioeconómico sano, en el sector rural, principal abastecedor de alimento para la sociedad en general. |
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