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Volviendo a la región de San Pablo del Monte, donde además de luchar contra el Cambio Climático, suelos degradados y erosionados, altos costos de producción, bajos rendimientos, presión sobre todo de malezas persistentes y hasta el robo hormiga de la producción, estos valientes productores luchan también con la voraz Urbanización que avanza desplazando los campos de producción de alimentos. La presión de estos aspectos quizá debe influir en la resistencia de los agricultores por el cambio de sistemas de producción tradicional con labranza excesiva de suelos, a sistemas sustentables de producción basados en la Siembra Directa sobre los rastrojos y el uso de abonos orgánicos mineralizados para complementar los planes de nutrición. Hoy agricultores innovadores y valientes están sembrando maíz en Siembra Directa, sin temer al cambio de sistemas de producción y luchando contra los paradigmas arraigados en la conducta que nos lleva ciegamente a invertir hasta $4,600.00 cuatro mil seiscientos pesos mexicanos por hectárea antes de sembrar, con labranza del suelo consistente en dos pasos de rastra, un paso de arado y un paso de surcadora. El daño a la economía de los agricultores no se compara con el grave daño en los efectos de la erosión del suelo y la pérdida de la fertilidad de estos. A través de muchos años de realizar estas prácticas hoy los suelos no tienen la capacidad de producir rendimientos aceptables sin la dependencia de invertir en esta labranza del suelo y excesivos fertilizantes sintéticos en su mayoría derivados del petróleo.
Algunos consejos prácticos para superar estos paradigmas de producción los comparto:
Iniciemos con realizar un análisis y reflexiones sobre cómo hemos producido los últimos años, que hemos aplicado, que hemos hecho, cuanto hemos invertido, cuáles han sido los rendimientos obtenidos, cuáles han sido nuestras utilidades, como se ha comportado el desarrollo de nuestros cultivos en toda el área de producción.
Debemos determinar el grado de compactación de nuestros suelos, conocer la profundidad y el espesor del "piso de arado".
Importante realizar muestreo de suelos y enviar a un laboratorio las muestras para su análisis y así poder determinar un plan de nutrición.
Realizar una oportuna siembra y fertilización con sembradora fertilizadora manual, de tiro animal o accionada por tractor agrícola. No cometer el error de realizar la siembra sin fertilizar desde el inicio, por tradición la mayoría de los agricultores fertilizan cuando la planta de maíz tiene una altura de 30 a 40 centímetros.
Sin importar el tipo de sembradora a utilizar, es importante realizar la calibración y ajustes correctos en profundidad de siembra, distancia entre hileras y distancia entre semillas.
Estos consejos deben considerarse para tener un buen inicio de temporada de siembras en las regiones agrícola de México. Sugiero que los agricultores hagan equipo con los técnicos de la región para juntos lograr objetivos de productividad en maíz.
* Pedro Antonio Maldonado Rios, Consultor Independiente, Profesional Técnico en Maquinaria Agrícola, Especialidad en Mecanización Agrícola por FAO-CECTI-FIATTRATORI, Técnico Certificado en Agricultura de Conservación CIMMYT